¿Es la IA el Santo Grial que tanto Anhelamos?
Este artículo fue traducido del original asistido por ChatGPT
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Solemos ser selectivos cuando se trata de cuentos antiguos o mitológicos, no podemos evitarlo. No leemos la historia completa y nos quedamos solo con el aspecto seductor y brillante que promete grandeza o un oro rápido pero fugaz. En Aladino dejamos volar la imaginación con los tres deseos, en Ícaro nos aferramos al conocimiento robado a los dioses, y en el Grial, nos quedamos con el artefacto metafísico que garantiza poder – sea lo que eso sea – porque todos lo consideran la cima de todas las búsquedas míticas.
¿Qué aspecto brillante de la Inteligencia Artificial te está cegando para no reconocer la verdad completa? La IA bien podría ser nuestro Grial – para todos los efectos prácticos – pero no es una cosa, es un destino; no es un ‘algo’ que poseer, sino algo que requiere nuestra transformación para alcanzarle.
En el texto francés del siglo XIII Perceval, de Chrétien de Troyes, tras la visión del Grial en medio de los caballeros de la mesa redonda del Rey Arturo en Camelot, las instrucciones fueron simples: en la búsqueda del Santo Grial, “cada uno debía entrar al bosque sólo por el punto que él mismo eligiera, donde fuera más oscuro y no hubiera camino alguno… pues sería una desgracia ir en grupo” o seguir la senda de otro. ¿La razón? Que cada uno debe encontrar su propio camino hacia el Grial. Porque si tomas el camino de otro, aunque él haya llegado al Grial – no solo tú no llegarás – inevitablemente te perderás en su búsqueda.
La única forma de manejar y empuñar la IA debe ser la propia. Puedes aprender de otros cómo hacer mejores preguntas, cómo estructurar datos o generar ideas; pero hay algo peculiar en la IA: NUNCA da el mismo resultado dos veces. Es un recordatorio silencioso de que no existe la “respuesta correcta”, sólo tu propio camino para encontrarla.
Así que no imites. Encuentra tu camino
No existe tal cosa como un pase gratis a la grandeza. “No pain, no gain” (ES: Sin dolor no hay ganancia) es una frase común en el mundo del fitness y los logros deportivos… y aplica perfectamente a la IA. En otro artículo, Falsos ídolos, Verdaderas Pérdidas, reflexionamos sobre la dimensión multi-capas de la realidad, sobre cómo “descubrimos la realidad como velos que levantamos mediante el discernimiento.” Eso solo se logra con preguntas. Nuestra curiosidad y capacidad de urgar impela a la realidad, pero nuestra dirección es clave. Hay un arte en ello.
Para ser justos, así como la mayoría cree tener buen gusto, no todos saben formular buenas preguntas. Es una forma artística que nadie agota, que no tiene fondo. Es la manera misma en la que extraes oro ‘providencial’ de lo que parece plomo, o cómo extraes sentido de lo que parece inerte.
Para desarrollar un arte, necesitamos disciplina y atención enfocada; adquirir nuevas habilidades y arriesgar la humillación de fallar. El futuro de todas las áreas relacionadas con las empresas organizacionales será para quienes dominen el arte de hacer preguntas y aprendan a integrar la IA en la realidad compleja y multinivel de los negocios.
¿Por qué usas IA? ¿Con qué propósito?
Desde las profundidades del caos y la complejidad… ¿qué intentas hacer que la realidad confiese? ¿En verdad lo sabes o solo es un impulso?
Prepárate para sacrificar y pagar el precio de aprender esta habilidad.
Ingeniería de Prompting Revelado
La “Ingeniería de Prompting” es un término moderno, pero es una búsqueda ancestral que ha acompañado al ser humano desde que comenzamos a comunicarnos con lenguaje hace más de 70.000 años. La pregunta ha estado en el centro de toda evolución y desarrollo tecnológico: una comezón que pedía alivio, un dolor que necesitaba consuelo, un hambre existencial que exigía satisfacción.
Es simple, pero no fácil; este arte se ha vuelto una disciplina. Aprendamo usando los fundamentos básicos antes expuestos:
¿Qué?
¿Qué quieres?
Es vital que tu propósito sea claro y definido – ¿hacia qué apuntas?
¿Cómo?
¿En qué tono, formato o estilo?
Aquí debes especificar la estructura (lista, narración, tabla…) y el tono (formal, lúdico, casual…)
¿Quién?
¿Quién debe ser la IA?
La identidad o voz que debe asumir (filósofo, coach, narrador, escritor concreto, académico, especialista…)
¿Resultado?
¿Cuál es el resultado esperado?
Debes definir la longitud, medio (tweet, artículo) o nivel de complejidad y lenguaje para quién va dirigido.
¿Contexto?
¿Qué antecedentes debe tener en cuenta?
El sistema necesita detalles, metas, audiencia, conversaciones previas o fuentes de referencia para responder con más precisión.
¿Condiciones?
¿Alguna restricción, exclusión o situación límite?
Incluye lo que debe evitar, reglas de formato o giros creativos obligatorios.
Una Muestra de Prompt
Abordemos el tema de ‘descubrir significado en el trabajo’. “A nivel global, sólo el 21% de los empleados están comprometidos con su trabajo,” según un estudio de la Harvard Graduate School of Education (IHE). En Europa, las cifras son aún más desalentadoras: “solo el 13% de los empleados reportan estar comprometidos,” según otro estudio del Gallup’s State of the Workplace 2024. Encontrar sentido en la vida puede ser aún más difícil: el “75% de los millennials lo buscan activamente, así como propósito en la vida” (IHE); y el “58% de los jóvenes adultos (18–25 años) en EE.UU. afirmaron sentir falta de sentido o propósito,” según el mismo estudio de Harvard.
No es una crisis de nuestro tiempo; es la crisis existencial de la historia de nuestra especie. En virtud de que pasamos casi la mitad de nuestras horas despiertas trabajando, pongamos a prueba a la IA y veamos qué tiene que decir sobre este problema fundamental. Usaremos el “formato básico” anterior de ingeniería del prompting para buscar una respuesta:
Actúa como una mezcla entre el Dr. Jordan Peterson y un coach laboral experimentado. Escribe una reflexión personal en tono de mentor aconsejando en una sesión de “uno a uno.”
Tu público es alguien que lleva años en logística, se siente desconectado y busca sentido en su trabajo más allá de la productividad o el salario.
Enfócate en el sentido, la agencia personal y la redescubrir el propósito, evitando clichés como “sigue tu pasión” o “sé agradecido”.
El objetivo es ayudar a ver cómo su rol actual puede reinterpretarse con sentido, incluso sin cambiar de carrera.
Mantén la respuesta por debajo de 500 palabras.
Usa una metáfora cotidiana para hacerlo más comprensible.
Puedes sustituir tu situación personal y descubrir en qué depende tu nivel de compromiso en tu trabajo.
La respuesta debería sorprender, especialmente a quienes piensan que la solución es simplemente buscar otro empleo.
Antes de salir corriendo a la IA en busca de terapia, permíteme recordarte:
Aladino comenzó como un niño de la calle.
Ícaro quería escapar de su celda.
Galahad buscaba una visión divina que redimiera el reino.
Lo que sea que te impulse, es la señal de la búsqueda hacia tu orientación. Comienza donde estás existencialmente, no desde tu fantasía.
Las buenas preguntas requieren NECESIDAD.
Las grandes preguntas precisan ENFOQUE.
Las respuestas importantes exigen COMPROMISO.
Hay un sacrificio que debes asumir para lograr tu propósito.
La IA puede ayudarte, pero no puede sustituirlo: requiere tu mayor esfuerzo.
El brillo que perseguimos en la IA muchas veces oculta la transformación más profunda que en verdad necesitamos.
Más nos vale enraizar nuestra búsqueda.
Reconocer que es en realidad nuestra transformación la que necesitamos para hacer que la IA le arranque una confesión a la realidad… una que sea oro. Pero el oro más puro será nuestra propia transformación.