La Atención lo es Todo
Este artículo ha sido traducido de su original en ingñés con asistencia de ChatGPT.
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Existen dos emociones fundamentales que subyacen a todas las categorías emocionales—de hecho, a todas las emociones: positivas y negativas. Wilhelm Wundt (1832-1920), ampliamente reconocido como el "padre de la psicología experimental", fue el primero en utilizar estos términos. Sin embargo, no los usó en el sentido en que los comprendemos hoy, con la connotación de “bueno y malo”. Para Wundt, se trataba de emociones "deseables" e "indeseables", fuerzas que impulsan a un agente a avanzar o a recular.
En la vida cotidiana, nos vemos constantemente empujados y arrastrados por todo tipo de circunstancias... ¿pero realmente es así? ¿Qué nos mueve, sino nuestra propia meta, ya sea de manera consciente o inconsciente? Podríamos decir que son las circunstancias las que nos afectan, pero en realidad somos nosotros mismos que ejercemos presión sobre la realidad, a menudo con el fin de evitar enfrentar la verdadera carga que recae sobre nosotros: la ausencia de un propósito consciente.
Cuando tienes un propósito claro y bien definido, cuando te orientas hacia una meta verdaderamente transformadora, la emoción positiva es oro puro: refuerza tu determinación, te otorga esperanza, te llena de gozo para impulsarnos hacia adelante. Incluso cuando posees un propósito, pero no avanzas hacia él, experimentas emociones negativas, y aunque la frustración y el desaliento puedan parecer abrumadores, aún es más fácil hallar inspiración y recuperar el rumbo que si carecieras por completo de una meta trascendente.
¿Es posible la productividad sin una atención absolutamente enfocada en un propósito grandioso?
En el artículo anterior afirmé de manera categórica: "Si sólo quieres ganar dinero, estás perdido". Y la razón es sencilla: el dinero no es un fin en sí mismo, sino un valor asignado colectivamente. El "Valor" determina por qué persigues algo, pero no constituye un objetivo último. Si sigues el valor per se, terminarás tan atrapado en sus fluctuaciones que perderás toda orientación—será el valor mismo el que te dicte qué es arriba y qué es abajo.
Aún cuando estás orientado a un objetivo real, si tu meta no es transformadora, la emoción positiva que experimentes al avanzar hacia ella será similar a la exitación ante un juguete nuevo—se desvanecerá en poco tiempo.
Recomiendo no te pierdas una magnífica conferencia de Jonathan Pageau en la ARC Conference de 2024, donde analiza qué sucede cuando tratamos algo que debería ser un escalón intermedio como si fuera un objetivo final—al igual que scedió durante los confinamientos, donde priorizamos la “seguridad” por encima de todo.
AI, El Gran Disruptor
Nos encontramos en medio de una "gran crisis de significado" (John Vervaeke), que afecta prácticamente todos los ámbitos de la cultura y la sociedad humana. La cantidad de factores y presiones externas que inciden en nuestras vidas es abrumadora, y las personas de todos los grupos demográficos están experimentando una profunda disociación mental.
"Se estima que más de uno de cada cinco adultos en EE.UU. padece algún tipo de enfermedad mental (59.3 millones en 2022; 23.1% de la población adulta de EE.UU.)" — National Institute of Mental Health
En otras palabras, cuando no poseemos una meta significativa y estamos constantemente sujetos a estar desbordados por emociones negativas, nuestra psique desarrolla una dolencia crónica que llamamos estrés. Esta crisis se refleja también en las industrias, las corporaciones y todo tipo de empresas—las visiones de las organizaciones para las que trabajamos carecen de propósito real, y como consecuencia, las tareas que realizamos a diario las sentimos vacías y sin propósito.
Somos seres inteligentes, la encarnación misma de la orientación y el propósito en el Cosmos. Sin la integración de estos dos atributos, no hay emoción positiva, no hay progreso—solo nos quedan el estrés y la confusión.
Ahora la inteligencia artificial ha llegado para quedarse—intentar detenerla es como intentar apretar el viento en el puño.
Si tienes una meta clara, la IA se convierte en una herramienta poderosa para discernir tu dirección y alcanzar tu propósito. Pero si solo la utilizas para aparentar ser algo que no eres, entonces—como dice el viejo refrán—"podrás engañar a algunos por un tiempo", pero en última instancia, solo te estarás robando a ti mismo la oportunidad de transformarte y de transformar tu vida.
Si no tienes una meta, una estrategia y un plan de acción... entonces eres parte del plan de otro.
No importa dónde estés o qué estés haciendo, la IA va a cambiar la manera en que trabajas, la forma en que te relacionas con los demás... ya lo está haciendo—del mismo modo en que las redes sociales han alterado nuestras vidas desde el inicio de este siglo.
Aprende qué es la inteligencia artificial. Aprende a utilizarla—no solo para ser más productivo y eficiente en tu trabajo, sino para desafiarte a ti mismo a ser más de lo que hoy eres.
También quiero recomendarte un artículo que escribí al comienzo de esta columna, La Historia Personal es un Plan. Son las bases para por qué y cómo desarrollar propósito en tu vida.
Esta es la nueva entrega de la serie "IA, ¿amigo o enemigo?” que investiga el tema de la inteligencia artificial; mostramos qué es, cómo va a cambiar nuestras vidas y cómo podemos prepararnos para vivir en un mundo donde todo parece moverse a la velocidad del rayo.