Un concierto que lo viví como Alabanza
Ayer fui al Concierto de Bruce Springsteen en Barcelona. Fue algo muy especial… había cerca de 100K personas.
Comparto algo personal, para poner en perspectiva la experiencia. Hay domingos que se me complica poder ir a la iglesia y, si esa semana no hay servicio en Sant Cugat me quedo sin alabar a Jesus con mi Gran Familia.
Cuando estaba en el concierto, viendo a las miles de personas orientadas todas al escenario y de pie, bailando y celebrando, tuve la visión de que podía ser un concierto de 100 mil con música de alabanza y adoración. Las lágrimas me saltaron. Mi corazón empezó a alabar al Señor y de repente, todo el estadio comenzó en coro a cantar la estrofa “Everybody has a hungry heart” (ES: Todo el mundo tiene un corazón hambriento)… el eco de miles de personas diciendo cuan necesitados estamos de sentido, bendiciones, amor, significado… el Señor utilizó mi alma para levantar a todos y cada uno de los presentes y ponerlos en su presencia, pedir por su alma, por su despertar, porque conocieran a nuestro Amado y la profundidad de su Amor.
Invariablemente durante todo el concierto mi alabanza estaba a flor de piel, al borde de mis labios y en el centro de mi corazón. Me di cuenta de que el Señor me estaba bendiciendo a mí y a todos los presentes.
La experiencia promovió en mi un sentido de gran humildad. Sentí el ímpetu de preguntarle al Señor, ¿Cómo puedo amar a toda esta gente y apoyarles para despierten a tu amor? Él me respondió, “asume tus pequeñas cruces y sígueme”.
Ayer fue mi día de adoración, mi Gran Familia se expandió para incluir a una pequeña parte de Barcelona, el Señor me lo regaló porque el domingo no podré ir a la Iglesia.
Hay una sola palabra que puedo enunciar con todo mi ser por la experiencia: GRACIAS, GRACIAS… GRACIAS!
Barcelona, 20 de Junio del 2024.