Vivimos en un desesperado intento entre equilibrar para no caer estrepitosamente al abismo de nuestros temores o alzar vuelo a quién vinimos a ser; es el precio que tiene que pagar un mamífero por despertar del letargo y emerger de la naturaleza, separándonos de ella. No sé si pasó hace un millón o trescientos mil años, pero miramos la luna maravillados y prevenimos el riesgo de ser almuerzo de depredadores; en algún lugar entre admirarnos de lo maravilloso y reconocer nuestra vulnerabilidad, reconocimos: “
Share this post
Crisis existencial
Share this post
Vivimos en un desesperado intento entre equilibrar para no caer estrepitosamente al abismo de nuestros temores o alzar vuelo a quién vinimos a ser; es el precio que tiene que pagar un mamífero por despertar del letargo y emerger de la naturaleza, separándonos de ella. No sé si pasó hace un millón o trescientos mil años, pero miramos la luna maravillados y prevenimos el riesgo de ser almuerzo de depredadores; en algún lugar entre admirarnos de lo maravilloso y reconocer nuestra vulnerabilidad, reconocimos: “