Esperanza es ver más allá del obstáculo
vamos acercándonos al final del Ciclo LA SEMILLA DE MOSTAZA
El último reducto de la independencia personal es decidir qué poner al tope de tu jerarquía de valores; es el fundamento de todo, ello tiene la facultad de dirigir tu vida, si decides mal, tu vida puede convertirse en una sucesión de sin sabores y claroscuros o descender al infierno simplemente; si eliges hacia arriba, puede comenzar un trayecto completamente opuesto.
Si no has clarificado dicho “fundamento”, estarás perdido subiendo y bajando como un yoyo sin ir a ningún lado. Si escoges algo que NO es trascendente e intrínsicamente valioso, si colocas algo que emule o imite algo verdaderamente trascendente (hay muy pocas opciones que son realmente trascendentes), tu vida irá en un espiral descendiente escurriéndose hacia el caos. El ser humano está fabricado de cielo e infierno, de espíritu y carne, y despertar o soñar suceden por tus decisiones y acciones.
¿Cómo escojo qué poner al tope?
Básico: primero descubre dónde estás… es la única manera que un GPS puede darte direcciones. Hay una pregunta llana que puede ayudarte a desenmarañar dónde estás, ella es ¿En qué ocupas el mayor tiempo del día en, o a pesar de, tu trabajo? E igual de importante es ¿Qué en tu día resulta un obstáculo?
… con el primero descubres qué estas buscando.
Pero, para profundizar en ello o revelar el ¿por qué?, es cuando respondes a la segunda pregunta. Con ambas descubre algo sobre quién eres, pero lo más importante para comenzar una travesía: saber dónde estás.
Recuerdo que mi profesor y mentor en la universidad, Prof. Horn, contó la anécdota de un amigo: cómo le contaba que, al final de cada tarde, cuando volvía a casa luego de haber salido desde muy de madrugada a trabajar, llegaba a casa y se encontraba que los ceniceros estaban sucios o que la cocina estaba sin recoger o que había polvo en los muebles… y ‘para no molestar a su esposa’, se ponía él a limpiar… remataba diciendo: “es que no puedo ver sucio o desorden, lo odio”. Mi profesor le replicó, “no lo odias, lo quieres más que a tu esposa y tus hijos. Le dedicas más tiempo que a tu familia cada semana.”
Verás, si haces un inventario de en qué dedicas tu tiempo y cuáles son las ideas recurrentes, descubrirás qué valoras… son nuestras acciones las que evidencian nuestros objetivos, no son nuestras intenciones o ideales… muy especialmente cuando estamos cansados o “no tenemos tiempo”. Estamos claros que tenemos que trabajar para poder responsabilizarnos de nuestra vida y a nuestra familia, el gran drama es que resistimos lo que hacemos porque no vemos más allá del “final de mes” o inclusive las próximas vacaciones o como mucho la casa que queremos tener. Nada malo en ello, pero todo esto por sí mismo no te dará la fuerza para atravesar y sobrellevar los obstáculos que inevitablemente vendrán a tu orilla.
Nota histórica
Cuando socialmente la religión nos aportaba orden con reglas y preceptos sociales que poníamos al tope de nuestra escala de valores, “porque todo el mundo lo hacía”, había un ‘mal que bien’ orden en nuestras vidas (hablo de hace más de 250 años)… pero al momento que “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad” se estableció como derecho inalienable para los ciudadanos, entonces fueron los individuos los que decidieron y buscaron su propia escala de valores… entonces todo empezó a desmoronarse. Si no por otra razón, porque si es sólo mía la decisión de qué pongo al tope de mi escala de valores, opera en mí todo aquello que desconozco de mi y que por existencial necesidad necesito saciar: mis carencias vitales y emocionales.
En la búsqueda de lo que es felicidad para mí, si miro e indago, descubro un importante factor de quién soy; es por ello que propongo contestar las dos preguntas al comienzo para saber “dónde estoy”. Te doy un espóiler: descubrirás que hay algo torcido… muchas de nuestras tragedias se dan porque no está claro lo que has colocado al tope de tu escala de valores y estas apuntando al lugar equivocado, caminando un camino para saciar algo que no sabes o entiendes o como dijimos en un artículo previo, tenemos la escalera apoyada a la pared incorrecta.
Ese ‘fallar la diana’ es lo que la palabra “pecado” significa; la etimología proviene de pecado = fallar el blanco.
Pecado (del latín peccatum)
La palabra pecado proviene del latín peccatum, término que los antiguos romanos usaban originalmente como sinónimo de tropiezo o equivocación, sin las mismas connotaciones religiosas, dado que la cultura romana clásica giraba en torno a la noción del honor, y no en torno a la culpa. (https://concepto.de/)En griego es αμαρτία (hamartia) que tiene su raíz en “errar el tiro”, “no dar en el blanco”, “fracasar en un propósito”. En la poesía del S.V a.C. “es un término usado en la Poética de Aristóteles, que se traduce usualmente como ‘error trágico’, ‘error fatal’, defecto, fallo o pecado.” (Wikipedia.com)
La carga religiosa o emocional que por siglos se ha apilado sobre la palabra ‘pecado’, afianzada por la cultural insistencia religiosa de la culpa, nos impide reconocer su valioso significado, “errar el tiro al objetivo que apunto”.
Era inevitable que si los valores impuestos por la evolución social durante milenios eran descartados y era el individuo quién tenía que decidir cómo jerarquizar su vida, todo primero descendería al caos antes de elevarse.
Dios sigue muerto. Y lo hemos matado.
¿Cómo nos consolaremos nosotros, los asesinos de todos los asesinos? Lo más sagrado y poderoso de todo lo que el mundo ha poseído hasta ahora se ha desangrado bajo nuestros cuchillos: ¿quién nos limpiará esta sangre?
– Frederick Nietzsche
Lo que sigue luego de la afirmación de que “hemos matado a Dios”, no es retórica o ilustración poética de la afirmación, es la más clara afirmación de la consecuencia de que por diferentes razones hemos “matado a Dios”. El S.XX se yergue como clara evidencia de ello y aún vivimos el coletazo de las políticas de las utopías totalitarias comunistas, nazis y fascistas… qué ponemos en el tope de la escala de valor que guiará a las personas o las naciones.
La obstinación de mantenernos en nuestros errores tiene la fortuna de convertirse en una realidad contundente que aprieta nuestra concepción de la realidad para no dejarnos tranquilos hasta que reconducimos la orientación de nuestra vida hacia la Verdad… es, a ultimadas cuentas, la razón existencial del Pecado y “un mundo torcido”, su consecuencia.
Con la globalización, los errores de la cultura se expanden como un virus. Con todo ello hemos llegado a la autodeterminación del género que es el movimiento izquierdoso de la autodeterminación personal que cuestiona la realidad más contundente de nuestra humanidad: ¿qué soy, hombre o mujer u otra cosa? Con la insistencia que “la búsqueda de la felicidad” alegan que cada individuo puede definir “quién soy” excluyendo lo más básico que tengo que es mi género… parece ser el fondo de un hoyo que apunta con clara dirección al caos y la desintegración social: “Yo soy el fin último de mi propia concepción y definición voluntaria, yo estoy al tome de mi escala de valores”, será sin duda la pluma que romperá la espalda del camello o del pensamiento marxista.
Recuerda: en este ciclo, al igual que otros, estamos construyendo sobre las ideas que anteriormente hemos compartido. Te comparto los links de los anteriores artículos sobre este ciclo (LA SEMILLA DE MOSTAZA) para que no te los pierdas.
No es a la religión de antes a la que tenemos que volver
En la historia no hay vuelta atrás para resolver un error, necesitamos tomar inventario de los errores, reconocerlos, asumir las consecuencias de dichos errores y reformular una nueva dirección; sólo así se cambia el pasado: cambiando su significado para mí.
La ciencia nos confirma que la naturaleza base del homo sapiens no ha cambiado en los últimos 120.000 años y la realidad es que existencialmente estamos quebrados por todos los errores colectivos que hemos generado a través de los siglos. Desde que la consciencia emergió en nosotros hace unos 500 millones de años, hemos paulatinamente desconectado con lo más evidente de la naturaleza del planeta y del cosmos o su fundamento que le dio orden: todo tiene una interconexión e interdependencia que cohesiona su expansión. La ciencia nos confirma que cuando una especie obstaculiza esa interconexión e interdependencia en los ámbitos que le sostienen, por la razón que sea, va incrementando la posibilidad de su propia extinción.
Cuando enfocamos en la violencia que hacemos al medio ambiente sin reconocer la que estamos haciéndonos entre nosotros mismos, nuestros grupos sociales, razas, pueblos y naciones, estamos queriendo resolver el problema espejo dentro de nosotros.
El orden es una función de la inteligencia, la interdependencia es consecuencia de ese orden y es dónde hay prosperidad y por ende abundancia. Por consecuencia lógica lo que ordena y cohesiona todo el cosmos debe ser algo con voluntad y capacidad de actuar, ya que “Cualquier organismo que funcione en un entorno es un microcosmos de ese entorno” (Richard Dawkins)… es un principio que precede y ordena todo lo existente. La evidencia de ello somos nosotros, los seres humanos. Ese principio ordenador es lo que hemos definido como Dios y dada la realidad de la vida que encontramos en el planeta, es una Persona y no una energía con leyes o reglas; éstas evidencian una inteligencia que las ha establecido… y la necesidad existencial del hombre en encontrar sentido para avanzar, es la más contundente prueba de ello. (Para un mayor detalle de esta afirmación refiero el artículo que reseña El Hombre es la Prueba de la Existencia de Dios)
La religión no puede sustituir el fundamento de su existencia: la relación del individuo con aquello que le dio la vida y le constituye en lo que es… de nuevo, muchos le llamamos Dios. La relación personal con la divinidad, aquello distinto y esencial de la naturaleza, es la única solución para saldar la brecha entre el enredo en que hemos evolucionado por millones de años siguiendo nuestra identidad alejada del orden del cosmos por virtud de nuestra consciencia y su realidad más patente: Libre albedrio.
Tú eres el canal que permite el cosmos sea ordenado… y si tú no encuentras tu propio orden, desordenas todo a tu alrededor… tú eres el último reducto para que el universo avance.
Todo en la tierra es abundante, aun donde hay ausencia de abundante naturaleza lozana encontramos vida… en el más inhóspito desierto o en lagunas de ácido hay vida, y mucha; y la presencia de vida es evidencia de abundancia, porque de lo contrario no tardaría en desaparecer. La vida es un balance muy robusto y a la vez delicado entre todas sus partes.
Vivimos en un mundo abundante; sin embargo, nosotros los seres humanos actuamos como mendigos en un gran banquete que nos han invitado, tratando de acaparar debajo de la mesa o en un armario las bandejas de aperitivos, formando bandas con otros para proteger la ‘sobreabundancia’ de recursos por si llega a faltar y excluir de la comida servida a los que son diferentes de nosotros. La abundancia de los recursos se expande con la generosidad, la colaboración y la interdependencia. Perfectamente podemos actuar en absoluta oposición a lo más fundamental de las especies mamíferas: la colaboración para la subsistencia y generar armonía y colaboración… la generosidad es una función exclusivamente humana; cuando nos oponemos a nuestra naturaleza más evidente, generamos carencia y segregación.
¡Basta!
¿Quieres conocer cuan inmensa es la abundancia? Oriéntate hacia la Fuente, de quién deriva la esencia de lo que eres y de lo que no puedes separarte, el Gran Anfitrión del banquete al que estamos invitados.
¿Quieres entender qué poner al tope de tu escala de valores para vivir en orden con todo? Ora y pide por guía y asistencia. Hay un Alguien en ti, muy profundo dentro tuyo que quiere tu bien y está dispuesto a dar todo porque tú seas plenamente quién viniste a ser… no tomes mi palabra, más bien con humildad arrodíllate y dile: “Si en verdad existes, quiero conocerte, muéstrame quién eres y ayúdame a vivir por la Verdad que vine a este mundo a Ser.”
Si lo haces con honestidad dos veces cada día, va a sorprenderte lo que descubrirás… por una parte, verás mucho más allá de los obstáculos que lleguen a tu orilla.
El próximo miércoles…
El dialogo interior puede ser reorientado
Sin saberlo oras a un dios. Puede que sea a un ídolo, puede que sea una conversación fútil que no sólo no te lleva a ningún lado, sino que descarrila tu vida generando desasosiego y descarrillando lo que tú crees son tus objetivos… en el próximo artículo investigaremos el “Dialogo Interior” y la oración.
EL PUNTO a la i
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