La realidad es un lienzo de múltiples dimensiones
Yo no creo en las brujas, pero de que vuelan, vuelan!
El concepto de Multiverso tiene atrapada la imaginación de más de un ávido por la ciencia y la ficción, al punto de que el concepto de UNIverso: un solo verso, una estrofa en el pentagrama que comprende toda la multiplicidad es considerado demodé y desactualizado… cuando en realidad el Multiverso que visionamos le falta dimensión y perspectiva porque no conocemos ni remotamente en el que habitamos.
Yo aprendí hace mucho que primero los bebés gatean, luego caminan y después corren. Aún no tenemos clara la realidad en la que estamos inmersos, los retos y obstáculos que en realidad nos adversan y ¿en verdad estamos considerando si hay otros universos paralelos donde el “yo” que hoy conozco (o desconozco) vive otra vida paralela?
¿No te cansas de ser distraído como un niño pequeño con objetos brillantes?
“¡Despierta y huele las rosas!” … el lienzo de la realidad que ahora vives tiene múltiples dimensiones, si sólo “pintas” sobre una de las capas de ese lienzo te pierdes todo lo que puede ofrecerte; la realidad es más misteriosa, inaudita, extraordinaria, profunda, amplia y desconcertante de lo que tienes capacidad de imaginar.
Quisiera compartir una historia que viví en Caracas para luego inferir algunas consecuencias.
Yo no creo en las brujas, pero de que vuelan, vuelan.
Al comienzo de los años 2000, yo tenía en Caracas con mi pareja de entonces una tienda/mercado tipo Dollar Store, “todo a 1.000 bolívares” de entonces. Desde el comienzo fue muy exitosa, facturamos el primer día de apertura, que era domingo, más de 850 productos. Abríamos de lunes a domingo, teníamos dos cajas registradoras y durante el día, invariablemente había cola para pagar. Los fines de semana no podíamos depositar hasta el lunes y, luego de 6 meses, en un fin de semana largo de 4 días teníamos casi 30 mil dólares a depositar el lunes. Cuando llegué de primero a la tienda me encuentro la puerta de mi oficina y el archivador con llave violentados y la caja con el dinero desaparecida, además la puerta de acceso al almacén abierta. Era claro que había sido un “robo interno,” porque la puerta del almacén permanecía entrejunta y no estaba violentada.
Para vergüenza mía, yo pensé que había sido el encargado y se lo dejé saber; era en realidad un estupendo trabajador, le discriminé porque era mulato y cubano. Reuní a todo el personal, unas ocho personas, y les aseguré que averiguaríamos quién había hecho esto y tendría las más severas repercusiones. Para nosotros, mi pareja y yo, era un muy serio problema, el margen de beneficio promedio de la mercancía era de un 20% y eso significaba que tardaríamos varios meses en reponer ese margen y afectaría nuestro crédito porque no teníamos como cubrir las facturas pendientes.
Traje a un buen amigo que era comisario de la Policía Técnica Judicial (PTJ), esposo de alguien que considero casi una hermana y con quién había trabajado hacia años, había una amplia coonfianza con ellos. Hice una reunión al final de la jornada y él se entrevistó con ellos para amenazarlos y tratar de sacar algo en claro.
Al día siguiente, una amiga de mi pareja le comentó de una mujer que leía el tabaco y que podía ayudarnos. Hablamos con ella y nos dijo que no nos cobraría nada, pero si ayudaba a recuperar el dinero, podíamos darle “una bondad”.
Comenzó el más bizarro relato que había vivido hasta ese momento en mi vida. Aunque puedo ahondar en detalles, con el interés de ir al grano y mantener esta historia en sus fundamentos para la reflexión, contaré sólo los detalles que son inauditos, por no decir otra cosa.
La “lectura del tabaco” nos confirmó la adivinadora apuntaba que había dos cómplices, “uno trabajaba arriba y otro abajo” y nos preguntó “¿cómo era el espacio de la tienda?”, le confirmamos había exhibición o área de venta al público y el almacén; ella confirmó que uno trabajaba en el almacén y el otro en la exhibición. Que el dinero estaba casi completo y que se había dividido en dos partes. “El tabaco” nos dijo que había una buena probabilidad de recuperarlo; la adivinadora agregó, pero teníamos que “actuar de inmediato”. Nos recomendó que avisáramos a los trabajadores que, si devolvían el dinero, no habría represaría.
Al día siguiente, antes de abrir, nos reunimos con mi amigo el policía y él les dijo que dos inspectores amigos de él de la DISIP (la policía política con fama de torturar) vendrían a llevárselos a todos al Helicoide (el lugar donde aún hoy torturan a presos políticos), y a alguno le sacarían la verdad… y yo concluí con desparpajo: “a trabajar, tienen hasta el final de la tarde”. La trampa estaba desplegada.
En menos de media hora vino el chico que trabajaba de cara al público y pidiéndome perdón, me dijo que yo y mi pareja no nos merecíamos lo que habían hecho, me dijo “XY (que trabajaba en el almacén), le propuso dejar la puerta del almacén abierta para que él entrara y le dijo dónde nosotros poníamos el dinero”; claro XY estaba cuando el encargado lo guardaba antes de irse juntos porque tomaban el mismo bus. Yo asumí que cada uno había tomado su parte del botín, pero no había sido así; me dijo, “yo tengo todo el dinero, lo separé en dos bolsas y están en mi casa y en la de un primo. Pero Sr. Hector, yo saqué 60 mil (unos 350 dólares) para prestarle a un primo para que se comprara una moto”.
Yo fui con él a los barrios más marginales de Caracas y buscamos el dinero.
Pedí disculpas al encargado, despedí a los dos trabajadores y ese es el fin del relato.
¿Cómo “el tabaco” pudo decirle a la adivinadora que habían sido dos trabajadores que trabajaban en zonas diferentes del negocio, que el dinero estaba dividido y que “estaba casi completo”? Son demasiadas coincidencias para descalificar como casualidad.
FUNDAMENTO PRINCIPAL: “por los sentidos no tenemos acceso a lo que constituye toda la realidad en que estamos inmersos”. Estar “alerta” es una exigencia para descubrir lo asombroso de la realidad.
SEGUNDO PRINCIPIO: lo que desconozco tiene la facultad de mover mis circunstancias como hilos y si soy “inconsciente” de su influencia soy una marioneta de aquellas fuerzas que desconozco.
TERCER PRINCIPIO: acceso a esa dimensión es indispensable si quiero vivir plenamente.
Hay mucho más a lo que tenemos acceso con los 5 sentidos; en verdad lo que constituye la realidad está escondido, así que a veces podemos no saber si estamos caminando por un tramo peligroso o si estamos en terreno seguro.
¿Qué es verdaderamente fundamental y me puede sostener?
Si no abrimos los ojos, podemos caer por un hueco y sólo nos enteramos al estar atrapados en el fondo de un lugar sin salida… con razón dicen que “hay cosas mucho peores que morir.”
La multiplicidad de niveles en la realidad
Yo crecí en una casa donde experimenté bastantes sucesos extraordinarios. Quizás hasta hace poco no había puesto en contexto la significancia de esas experiencias o de lo arriba mencionado: compartimos espacio y tiempo con más dimensiones de las que nuestros sentidos nos develan; además está habitado por entes inteligentes que pueden comunicarse de manera clara y precisa y que pueden tener su propios motivos para actuar. Podemos tener acceso a esos múltiples niveles y lo que allí habita porque nuestra consciencia nos permite sintonizar con fuentes que desconocemos y vamos captándolas como un televisión o un radio; pero si lo hacemos con los ojos cerrados, terminamos siendo como cajas que emiten imágenes y ruido; si las seguimos sin discriminar, nunca llegamos a percibir lo extraordinario de la realidad y nuestras capacidades para actuar en ella... ¡o peor!
La ciencia ha probado matemáticamente la existencia de al menos 11 dimensiones y ellas NO apuntan al multiverso, son dimensiones en este Universo.
¿Cómo nos afectan?
Los griegos pensaban que nosotros éramos los juguetes y caprichos de fuerzas mucho más poderosas que el ser humano. Que existía una jerarquía entre ellos al igual que con nosotros. Que cuando algún hombre o mujer intentaba alzarse hasta el reinado de esas fuerzas, era severamente puesto en su lugar o “castigado”: Icaro, Casandra, Sísifo son ejemplos. A través de la historia nos han ido llegando relatos que nos avisan de estas dimensiones de la realidad, cómo accedemos a ellas o qué sufrimos como consecuencia si no “ordenamos” nuestro caracter. Nos describen un mundo maravilloso y diferente, mucho más amplio que al que tenemos acceso por medio de nuestros ojos y sentidos; no accedes como científico, sino como poeta, como artista, como guerrero.
Piénsalo, hay emociones que tienen vida propia; la “rabia” por ejemplo, tú hoy puedes experimentarla, pero cuando mueras la rabia sigue viva en otros, es una “diosa” menor que trasciende nuestra vida terrenal, nos utiliza y se encarna en nosotros, tiene objetivos que te utilizan para “su fin” y mientras haya seres humanos, ella tendrá terreno donde sembrarse y crecer.
Descalificar esas fuerzas como fruto de la ignorancia o de antiguos mitos es no darte cuenta de que, si tratamos por ejemplo de subir más arriba de lo que podemos por argucias y estrategias, sin hacer el esfuerzo o el trabajo, “el sol de la realidad” quemará las juntas de tus alas y caeremos estrepitosamente como Icaro; o que, si albergamos rabia y resentimiento, tarde o temprano, terminará en muerte física o espiritual como Caín y Abel.
Así que descalifícalas a tu propio riesgo.
Hay fuerzas muy poderosas que son capaces de usar nuestra ignorancia y falta de criterio para incorporarse y encarnarse, tomando vida en nosotros, destruyéndonos y desolando todo a nuestro alrededor. Pueden funcionar como posesiones de “ideas malignas” y contagiar de manera incomprensible a toda una población, generando inmensurable mal. Hitler y el Nazismo de los años 30 en Alemania, son un muy interesante ejemplo del que tenemos toda la información.
Alemania había sido el ejemplo de cultura y civilización más relevante de los últimos siglos en el mundo civilizado… antes de arrodillarse y rendir culto a la idea del resentimiento y la venganza inspirada por un orador talentoso con inmensas carencias emocionales… el resultado fue una guerra mundial con“40 millones de civiles y 20 millones de soldados” muertos (Jornada de recuerdo de Naciones Unidas).
Podemos hoy mencionar estados, como el de Corea del Norte y Venezuela, por mencionar sólo dos, que han sido consecuencia de esta posesión social y hoy padecen las consecuencias. Pero con el tema de la “teoría” de género hay otros que se están lanzando por derroteros que no sabemos dónde acabarán.
El espíritu de los tiempos
Vivimos momentos muy particulares. En nuestro pasado más o menos reciente, sin importar la tradición o cultura, había un culto a Dios en todas sus denominaciones, tanto en Oriente u Occidente, la religión dictaba códigos de conducta y restringía relativamente los desaforos individuales, sociales y culturales.
Uno de los fundamentos del ser humano es que está hecho para captar, procesar y actuar en dimensiones amplias del ser, algunas palpables a los cinco sentidos y otras no.
Es lo que la consciencia nos permite; de nuevo, como si fuera una antena vital, y hay bandas qué nos llaman a ser plenamente quién en realidad vinimos a ser, y otras… bueno, en el S.XIX el profeta Frederick Nietzsche anunció:
Dios sigue muerto. Y lo hemos matado.
¿Cómo nos consolaremos nosotros, los asesinos de todos los asesinos? Lo más sagrado y poderoso de todo lo que el mundo ha poseído hasta ahora se ha desangrado bajo nuestros cuchillos: ¿quién nos limpiará esta sangre?
…y desde entonces hemos entrado paulatinamente en la secularización de la sociedad, con utopías sociales y comunistas… ¿en verdad creímos que podíamos apoyarnos socialmente en nuestra mente e ideales, desconociendo todo lo que opera allí y no íbamos a generar muerte, confusión y desolación? La “república independiente de mi casa” (IKEA) y la autonomía individual para decidir quién soy o quiero ser a cada momento (“soy de género fluido”) son un mismo espíritu y la conclusión de que “yo soy mi propio dios” capaz de dictar las leyes bajo las cuales vivo.
No, no quiero decir que hay que volver a la religión puritana y ciega del S.XIX, pero somos criaturas religiosas, nos guste o no. Busco a qué “rendir culto” para darle sentido a mi vida, sea una tendencia política, la revolución verde para salvar el planeta, defender los derechos 'LGTBIQ+' o de cualquier minoría, o la pasión por un iPhone o el dinero… estamos programados para dar nuestra voluntad y reconocimiento a “algo” para derivar sentido y sobrepasar las dificultades que comprenden vivir… y mientras más completa es dicha entrega, más “significado” cobra nuestra vida.
Aquello que ponemos en la cúspide de nuestros valores, lo que erguimos como el valor absoluto, como el “bien supremo” en nuestras vidas, tira de nosotros hacia él y es idéntico a un dios; y la atención y dedicación que le demos es indistinguible del culto y la adoración.
Jonathan Pageau
Pero tiene consecuencias a qué entrego mi adoración, aún cuando sea inconsciente, hay ídolos que representan “dioses menores” y, a lo largo del camino, pueden descarrilar mi vida.
Para no hacer este artículo más largo, concluyo por ahora con una última reflexión: el ser humano es increíblemente poderoso, tiene la facultad de visionar mundos, crear a partir de esa visión una ampliación de nuestros sentidos casi infinita, hacer que la naturaleza confiese sus secretos, crear mundos y tecnología… PERO, si creemos que somos señores de ello, no hemos aprendido nada de la historia… una persona con irrestrictos apetitos y desconocimiento de sus consecuencias, que sigue su beneficio personal sin importarle lo social y no tiene orientación trascendente o conoce la disciplina, es un mono con el dedo sobre un botón que lanza un misil atómico intercontinental (con todo el respeto de los monos).
Descubre quién eres, qué te limita y qué es lo que te hace plenamente feliz antes de embarcarte en nada o asumir postura y defensa de ideas…
Próximo miércoles…
¿Qué nos impide ver más allá de nuestras narices?
Hay obstáculos concretos que funcionan como un velo y nos esconden lo mejor que tiene la vida, pero como todo en este camino tiene un precio, también vivir a plenitud lo tiene… descubre las piedras que tú mismo pones en el camino y usa esas piedras como escalones para alzarte sobre los obstáculos… para eso tenemos la memoria, la inteligencia y podemos enfocar la disciplina.
EL PUNTO a la i
El historial de la columna está en cdots.substack por si quieres revisar artículos anteriores.