Una vez que nos hicimos conscientes de nosotros mismos tres cosas sucedieron: descubrimos el futuro, reconociendo nuestra vulnerabilidad más allá del ahora; la muerte se convirtió en un depredador existencial que nos enseñó a sacrificar para evitar las pequeñas muertes y dar sentido a la última; y descubrimos la maldad. Ahora no podemos desempacar todo esto, pero nos sirve de marco para establecer una contraposición de dos realidades que representan dos polos o posturas ante la vida: el Temor y el Amor.
Share this post
Lo que en verdad cuenta
Share this post
Una vez que nos hicimos conscientes de nosotros mismos tres cosas sucedieron: descubrimos el futuro, reconociendo nuestra vulnerabilidad más allá del ahora; la muerte se convirtió en un depredador existencial que nos enseñó a sacrificar para evitar las pequeñas muertes y dar sentido a la última; y descubrimos la maldad. Ahora no podemos desempacar todo esto, pero nos sirve de marco para establecer una contraposición de dos realidades que representan dos polos o posturas ante la vida: el Temor y el Amor.